PRIMERA ESTACIÓN
JESÚS EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ
JESÚS EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ
La Ultima Cena ha sido la despedida, rebosante de cariño
hacia los suyos. Después Jesús va con ellos al Huerto de los Olivos y allí ora
al Padre. Es el momento de aceptar con obediencia de hijo la voluntad divina.
Del Evangelio según San Lucas 22, 39-46
Salió [Jesús] y fue como de costumbre, al monte de los
Olivos; le siguieron también los discípulos. Llegado al lugar, les dijo: Orad
para no caer en tentación. Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra y
puesto de rodillas, oraba diciendo: Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz;
pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y entrando en agonía oraba con más
intensidad. Y le vino un sudor como de gotas de sangre que caían hasta el
suelo. Cuando se levantó de la oración y llegó hasta los discípulos, los encontró
adormilados por la tristeza. Y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para
no caer en tentación.
(cf Mt 26,36-46; Mc 14,34-42).
SEGUNDA ESTACIÓN
JESÚS TRAICIONADO POR JUDAS, ES ARRESTADO
Los cuatro evangelistas nos relatan este acontecimiento que
tan vivamente debió quedar grabado en sus mentes: Le entrega uno de los Doce,
uno de sus amigos íntimos, que ahora va a la cabeza de los enemigos del Señor.
Del Evangelio según San Lucas 22,47-48.52-54a
Todavía estaba hablando, cuando llegó un tropel de gente, y
el llamado Judas, uno de los doce, los precedía y se acercó a Jesús para
besarle. Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al hijo del Hombre? (...)
Dijo después Jesús a los que habían venido contra él, sumos sacerdotes,
oficiales del Templo y ancianos: ¿Como contra un ladrón habéis salido con
espadas y garrotes? Mientras estaba con vosotros todos los días en el Templo,
no alzasteis las manos contra mi. Pero ésta es vuestra hora y el poder de las
tinieblas.
Entonces le prendieron, se lo llevaron, y lo metieron en
casa del Sumo Sacerdote.
(cf Mt 26, 47-56; Mc 14, 43-50; Jn 18, 3-12).
TERCERA ESTACIÓN
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE POR EL SANEDRÍN
Los judíos principales buscan cómo deshacerse de Jesús y
ahora se les presenta la ocasión propicia. No quieren dejarla pasar, por eso le
acusan injustamente y de noche le condenan.
Del Evangelio según San Mateo 26,59-67
Los príncipes de los sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban
un falso testimonio contra Jesús para darle muerte; pero no lo encontraban a
pesar de los muchos falsos testigos presentados. Por último, se presentaron dos
que declararon: Este dijo: Yo puedo destruir el Templo de Dios y edificarlo de
nuevo en tres días. Y, levantándose, el Sumo Sacerdote le dijo: ¿Nada
respondes? ¿Qué es lo que éstos testifican contra ti? Pero Jesús permanecía en
silencio. Entonces el Sumo Sacerdote le dijo: Te conjuro por Dios vivo a que
nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios. Jesús le respondió: Tú lo has
dicho. Además os digo que en adelante veréis al Hijo del Hombre sentado a la
diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo.
Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo:
¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Ya lo veis, acabáis de
oír la blasfemia: ¿Qué os parece? Ellos contestaron: Es reo de muerte.
(cf Mc 14,53-65; Lc 22,54-55. 63-71; Jn 18,12-14. 19-24).
CUARTA ESTACIÓN
JESÚS ES NEGADO POR PEDRO
Pedro habla confesado que Jesús era el Mesías, y el Señor le
había respondido: "tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia".
Pero Jesús ahora necesita ayuda, y Pedro flaquea: niega a su maestro, no una
sino tres veces.
Del Evangelio según San Mateo 26,69-75
Entre tanto, Pedro estaba sentado fuera, en el atrio; se le
acercó una sirvienta y le dijo: Tú también estabas con Jesús el Galileo. Pero
él lo negó delante de todos, diciendo: No sé, de qué hablas. Al salir al portal
le vio otra vez y dijo a los que había allí: Este estaba con Jesús el Nazareno.
De nuevo lo negó con juramento: No conozco a ese hombre. Poco después se
acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: Desde luego tú también eres
de ellos, pues tu habla lo manifiesta. Entonces comenzó a imprecar y a jurar:
No conozco a ese hombre. Y al momento cantó el gallo. Y Pedro se acordó de las
palabras que Jesús habla dicho: Antes de que cante el gallo, me negarás tres
veces". Y, saliendo afuera, lloró amargamente.
(cf Mc 14, 66-72; Lc 22, 56-62; Jn 18, 15-18. 25- 27).
QUINTA ESTACIÓN
JESÚS ES JUZGADO POR PILATO
Los judíos han condenado a muerte a Jesús, pero tienen que
ratificar la condena ante los romanos. Por eso, a pesar de ver en ellos unos
usurpadores, recurren a Pilato, el procurador romano, que ha de dar el
consentimiento.
Del Evangelio según San Juan 18, 36-38. 19, 14-16.
Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo; si mi reino
fuera de este mundo, mis servidores lucharían para que no fuera entregado a los
judíos. Pilato le dijo: ¿Luego tú eres Rey? Jesús contestó: Tú lo dices: yo soy
Rey. Para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de
la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz. Pilato le dijo: ¿Qué es
la verdad? (...) Era la Paresceve de la Pascua, hacia la hora sexta, y dijo a
los judíos: He ahí a vuestro Rey. Pero ellos gritaron: Fuera, fuera,
crucifícalo. Pilato les dijo: ¿A vuestro Rey voy a crucificar? Los pontífices
respondieron: No tenemos más rey que el César. Entonces se lo entregó para que
fuera crucificado.
(cf Mt 2 7, 11-25; Mc 1 5, 1- 1 4; Lc 23, 1-6).
SEXTA ESTACIÓN
JESÚS ES AZOTADO Y CORONADO DE ESPINAS
Pilato quiere congraciarse con los judíos y entrega a Jesús
a los soldados para que lo azoten. Para estos romanos es un buen motivo de
entretenimiento. Y, al que llaman "el rey de los judíos", le colocan
una corona de espinas.
Del Evangelio según San Mateo 27,26-30
Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberle
hecho azotar, se lo entregó para que fuera crucificado.
Entonces los soldados del procurador llevaron a Jesús al
pretorio y reunieron en torno a él a toda la cohorte. Le desnudaron, le
pusieron una túnica roja y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron en
la cabeza, y en su mano derecha una caña; se arrodillaban ante él y se burlaban
diciendo: Salve, Rey de los Judíos.
Le escupían, le quitaron la caña y le golpeaban en la
cabeza. Después de reírse de él, le despojaron de la túnica, le pusieron sus
vestidos y le llevaron a crucificar.
(Mc 15,16-19; Lc 23,25, Jn 19,1- 3).
SÉPTIMA ESTACIÓN
JESÚS CARGA CON LA CRUZ
Los romanos emplearon como pena de muerte la crucifixión. El
reo de muerte debía llevar el madero, instrumento de suplicio, hasta el lugar
previsto: fuera de la ciudad, para mostrar más claramente que era un
indeseable.
Del Evangelio según San Juan 19,16-17
Entonces Pilato se lo entregó para que fuera crucificado.
Tomaron, pues, a Jesús; y él, con la cruz a cuestas, salió hacia el lagar
llamado de la Calavera que en hebreo se dice Gólgota.
(cf Mt 27,31; Mc 15,22).
OCTAVA ESTACIÓN
EL CIRENEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ
A Jesús le fallan las fuerzas. Pero los soldados quieren que
llegue hasta el lagar de la ejecución. Y obligan a un hombre, Simón de Cirene,
que viene de su trabajo, a llevar durante un trecho la cruz del Señor.
Del Evangelio según San Lucas 23, 26
Cuando le llevaban echaron mano de un tal Simón de Cirene,
que venia del campo y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús.
(cf Mt 27, 32-33; Mc 15, 21).
NOVENA ESTACIÓN
JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN
Jesús carga con la cruz y crece en torno a Él la expectación
y la curiosidad: hay gente de todo tipo y condición, entre ellos algunas
mujeres, que se lamentan al ver la injusticia que se está cometiendo contra
aquel inocente.
Del Evangelio según san Lucas 23, 27-31
Le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres, que
lloraban y se lamentaban por él. Jesús, volviéndose a ellas, les dijo: Hijas de
Jerusalén, no lloréis por mi, llorad más bien por vosotras y por vuestros
hijos, porque he aquí que vienen días en que se dirá: dichosas las estériles y
los vientres que no engendraron y los pechos que no amamantaron. Entonces
comenzarán a decir a los montes: caed sobre nosotras; y a los collados:
sepultadnos; porque si en el leño verde hacen esto, ¿qué se hará en el seco?.
DÉCIMA ESTACIÓN
LA CRUCIFIXIÓN DEL SEÑOR
Jesús llega al Calvario y allí le despojan de sus
vestiduras. Así, desnudo, para mayor vergüenza, lo clavan en la cruz.
Del Evangelio según San Marcos 15, 22-27
Y lo llevaron al lagar del Gólgota, que significa lugar de
la Calavera. Y le daban a beber vino con mirra, pero él no aceptó.
Y le crucificaron y repartieron sus ropas, echando suertes
sobre ellos para ver qué se llevaba cada uno. Era la hora tercia cuando lo
crucificaron. Y el titulo de la causa tenla esta inscripción: El Rey de los
Judíos.. También crucificaron con él a dos ladrones, uno a su derecha y otro a
su izquierda.
(cf Mt 27,34 39; Lc 23,33-38; Jn 19,18- 22).
UNDÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS PROMETE SU REINO AL LADRÓN ARREPENTIDO
A la derecha e izquierda de Jesús han crucificado a dos
malhechores. Y mientras uno lo insulta, el otro reconoce sus errores y se da
cuenta de la grandeza del que va a morir junto a él.
Del Evangelio según San Lucas 23,39-43
Uno de los ladrones crucificados le injuriaba diciendo: ¿No
eres tú el Cristo? Sálvate a ti mismo y a nosotros. Pero el otro le reprendía:
¿Ni siquiera tú que estás en el mismo suplicio, temes a Dios? Nosotros, en
verdad, estamos merecidamente, pues recibimos lo debido por lo que hemos hecho;
pero éste, no hizo mal alguno. Y dacia: Jesús, acuérdate de mi, cuando llegues
a tu Reino. Y le respondió: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el
Paraíso.
(cf Mt 27,44; Mc 15,32b).
DUODÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS COLGADO EN LA CRUZ, SU MADRE Y EL DISCÍPULO
La profecía del anciano Simeón se cumple ahora en Mar'a: la
Madre de Jesús está en el Calvario, al pie de la cruz, contemplando la agonía
de su Hijo. Junto a ella Juan, el discípulo amado. Y algunas santas mujeres.
Del Evangelio según San Juan 19, 25-27.
Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su
madre, Mar'a de Cleofás, y Mar'a Magdalena. Jesús, viendo a su madre y al
discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a su madre: Mujer, ahí tienes a
tu hijo. Después, dice al discípulo: He ahí a tu madre. Y desde aquel momento
el discípulo la recibió en su casa.
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Son las tres de la tarde. El sufrimiento llega hasta el
limite. Pero antes de morir, Jesús perdona a sus verdugos, y en actitud
profunda de oración y de obediencia, entrega su vida al Padre. Se ha consumado
la redención.
Del Evangelio según San Marcos IS, 33-37.
Y al llegar la hora sexta, toda la tierra se cubrió de
tinieblas hasta la hora nona. Y a la hora nona exclamó Jesús con fuerte voz:
Eloí, Eloí, ¿lamá sabacthaní? que significa: Dios mio, Dios mio, ¿por qué me
has desamparado? Y algunos de los que estaban cerca, al oírlo decían: Mirad,
llama a Elías. Uno corrió a empapar una esponja con vinagre y, sujetándola a
una caña, le daba de beber, mientras dacia: Dejad, veamos si viene Ellas a
bajarlo. Pero Jesús, dando una gran voz, expiró".
(cf Mt 27,50-56; Lc 23,44-49; Jn 19,28- 30).
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO
Nicodemo y José de Arimatea, discípulos ocultos de Jesús,
piden su cuerpo a Pilato para darle sepultura. Lo desclavan piadosamente, lo
envuelven en un sudario y lo colocan en un sepulcro nuevo que está en un huerto
cercano.
Del Evangelio según San Marcos 15, 42-47.
Y llegada ya la tarde, puesto que era la Parasceve, que es
el día anterior al sábado, vino José de Arimatea, miembro ilustre del Consejo,
que también él esperaba el Reino de Dios y, con audacia, llegó hasta Pilato y
le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se sorprendió de que ya hubiera muerto y,
llamando al centurión, le preguntó si efectivamente habla muerto. Cerciorado
por el centurión, entregó el cuerpo a José. Entonces éste, habiendo comprado
una sábana, lo bajó y lo envolvió en ella, lo depositó en un sepulcro que
estaba excavado en una roca e hizo arrimar una piedra a la entrada del
sepulcro. María Magdalena y María la de José observaban donde era colocado.
(cf Mt 27,57-66; Lc 23,50-56; Jn 19,38- 42).
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