TODO LO QUE ERES HA SIDO FORMADO POR TI

Las decisiones no son más que esas determinaciones que cada uno de nosotros optamos por hacer en cualquier momento de nuestra vida, y antes de pasar a la toma de cualquiera de éstas, se debe realizar la elección de la opción más correcta para nosotros, para resolver las diferentes situaciones que se nos presenten, estas decisiones algunas veces pueden ser influenciadas dependiendo de la situación en que nos encontremos o de las diferentes creencias que nosotros tengamos. Por lo tanto la toma de decisiones es considerada uno de los procesos más difíciles a los que se enfrenta  el ser humano.

Si analizamos la toma de decisiones en el ámbito filosófico nos encontramos con una doctrina filosófica que se basa en la búsqueda del placer y la supresión del dolor como objetivo o razón de ser en la vida, tal doctrina filosófica es el Hedonismo, que considera que los seres humanos debemos dedicarnos a la búsqueda del placer, ya que éste es el fin último de la vida. El Hedonismo, no debe ser confundido con el Epicureísmo, formado por el filósofo Epicúreo, el cual formuló categorías como por ejemplo “debemos satisfacer los deseos naturales necesarios de la forma más económica posible”.

Analizando la toma de decisiones con respecto a la religión tendríamos que irnos directamente a la Biblia, que es el libro sagrado, estudiado por muchos y reconocido como inspirado por Dios, en el cual muchos se ven guiados por este “aquel que declara desde el principio el final, y desde hace mucho las cosas que no se han hecho; aquel que me dice: ‘Mi propio consejo subsistirá’” (Isaías 46:10).

Pero aun así entre las diferentes creencias y formas de tomas las diferentes decisiones, todos estás de acuerdo en que para tener y tomar unas firmes decisiones se debe tener en cuenta lo siguiente:

1.    Saber qué es lo que se quiere

2.    Fundamentar las decisiones en lo perdurable y no en las impresiones o sentimientos del momento.

3.    Reflexionar antes de elegir.

4.    Renovar cada día las decisiones clave.

5.    Mantener la mirada fija en la meta.